Siempre hemos tratado de estar a la vanguardia en innovación y competitividad en los sectores de las infraestructuras y de la energía. Desde esa posición privilegiada, hemos podido entender las necesidades del mercado y dar respuesta con soluciones específicas, en algunos casos patentadas, para reducir el coste de la energía y la huella de carbono. Para cada reto debemos ser capaces de poner bien el enunciado, y es cierto que en el hormigón y en la industrialización hemos encontrado muchas de las respuestas.