La clara demanda del mercado de torres más altas que soporten turbinas más grandes se ve limitada de forma decisiva por el coste, la capacidad y la disponibilidad de las grúas móviles de alto tonelaje, cuya capacidad de elevación se reduce rápidamente a medida que aumenta la altura de alcance. Las grúas móviles de gran tamaño implican altos costes de traslado, una logística complicada e imponen requisitos exigentes a las carreteras y plataformas de trabajo de los parques eólicos. 

La torre telescópica de hormigón, prefabricada o fabricada in situ, es una alternativa para las torres eólicas de gran altura, de hecho, es probablemente la única opción hoy en día para las torres por encima de los 200 m, y es muy competitiva a partir de los 170 m en condiciones específicas, como, por ejemplo, en parques eólicos con poca cantidad de torres que no pagan los costes de movilización y desmovilización, emplazamientos en zonas forestales o en condiciones de aislamiento como las islas. 

La torre y la turbina se montan a baja altura y luego se elevan con gatos de carga pesada hasta los 200 m y más. Todas las operaciones de montaje se realizarán a una altura máxima de 45 m, en lugar de 160, 180 o incluso 200 m. Todos los trabajos conjuntos pueden realizarse desde una única plataforma en el primer nivel de unión.